Desde hace un mes, se sumaron marcas de todo tipo de alimentos al etiquetado negro. Persisten las dudas en las pymes Avanza el etiquetado frontal, pero advierten sobre zonas de “grises” en las góndolas de la ciudad ya se observa la etiqueta negra.

El etiquetado frontal de hexágonos negros gana terreno en supermercados y almacenes para alertar acerca de los componentes de los alimentos que resultan dañinos para la salud. Si bien la medida es considerada como positiva por profesionales de la salud también surgen consideraciones referidas a que la normativa deja algunos grises en algunos productos especiales. La Ley 27.642 de Promoción de la Alimentación saludable rige desde hace un mes para las grandes empresas elaboradoras de alimentos y bebidas, pero hay pymes que pudieron acogerse a una prórroga para incorporar en sus envases esas etiquetas y tendrán tiempo para hacerlo hasta el 23 de agosto. El ingeniero Luis Perego, al frente del Grupo de Investigaciones Agrobiotecnológicas (GIAB) de La UTN La Plata, señala que aún hay numerosas pymes con dudas para etiquetar los alimentos que producen. En la página del ANMAT figura una tabla para calcular por ejemplo las calorías y componentes de los alimentos. “Nosotros ofrecemos asesoramiento gratuito a pymes para analizar materia grasa, contenido de sodio, de hidratos de carbono, proteínas. Los problemas más frecuentes que presentan están relacionado a los cálculos de los ingredientes; además una ingeniera les indica dónde ubicar los etiquetados y el tamaño que deben tener”, explica el ingeniero. Entre los grises que presenta la actual legislación, Perego indica que, por ejemplo, unos fideos elaborados especialmente para personas con diabetes estaban en un envase con un montón de etiquetas negras que lejos de orientar al consumidor, podían llegar a confundirlo. De todas maneras, el ingeniero opina que la Ley de Etiquetado Frontal seguramente alcanzará una buena repercusión porque muchos consumidores descubren componentes nocivos que no sabían que estaban presentes en sus hábitos cotidianos, por caso, en los helados de agua o en las mermeladas dietéticas.

“Ahora hay una generación que aprendió a elegir los alimentos y si leen que algo es bajo en calorías, pero tiene un sello negro ya observa el efecto sancionatorio”, agrega y se expresa a favor de que sea la gente la que pueda controlar los alimentos que consume. Se comunicó que las pymes que deseen obtener asesoramiento gratuito pueden contactar con los profesionales a través del correo electrónico giab@frlp.utn.edu. ar. Alimentación sana y segura Los nutricionistas también siguen de cerca la repercusión de la Ley de Etiquetado y en ese sentido la especialista Denisse Reynoso Peitsch sostiene que la norma permite tener un acceso más sencillo y claro a la información acerca del contenido y composición de los alimentos manufacturados la cual, muchas veces, entre paquetes de colores, personajes de dibujos animados y marketing, queda perdida. “En estudios recientes de nuestro país, se comprobó que apenas una de cada diez personas consultaba la información del rotulado y mucho menos la comprendían”, afirma la profesional. Reynoso Peitsch indica que la accesibilidad a un rotulado más claro y sencillo de lo que ofrecía la industria alimentaria es un derecho, “como lo es la alimentación sana, segura y soberana por la cual debemos trabajar mancomunadamente todos los días desde el colectivo profesional, alejándonos totalmente de los conflictos de intereses”.

Cada vez son más los productos que podemos ver en las góndolas de supermercados con sellos de advertencia. Los octógonos negros advierten sobre los excesos de azúcares, grasas totales y saturadas, sodio y calorías, y la presencia de edulcorantes y/o cafeína. Así, permiten a las personas saber fácilmente cómo es la calidad nutrición al de un producto antes de comprarlo. El exceso de nutrientes críticos, como las grasas, azucares y sodio, se relacionan con la aparición de enfermedades cardiovasculares o cerebrovasculares, diabetes, hipertensión y alteraciones de la microbiota, entre otras. El etiquetado frontal viene a confirmar lo que muchos ya sabían: no son saludables las gaseosas, fiambres o salchichas. Pero más importante aún, desenmascara a aquellos alimentos falsamente percibidos como saludables, como algunos yogures y postres lácteos, que se parecen más a una golosina que a un alimento nutritivo. Podemos ver barras de cereales con cuatro sellos de advertencia o cereales para el desayuno, con niveles altísimos de azúcar, que quedan en evidencia. También, galletitas de agua que son más bien de grasa y sal. Esta Ley, además, incorpora educación alimentaria en las escuelas de todo el país y en la formación docente y regula las estrategias de marketing de alimentos con sellos.

 

fuente:

https://www.eldia.com/nota/2023-3-22-2-1-40-avanza-el-etiquetado-frontal-pero-advierten-sobre-zonas-de-grises–la-ciudad?fbclid=IwAR3LCDlVg0c9J5bjwUttN3ULDJswbDDZyK77UCZkba_UFMPXVA6MtPOaZTM

 

Por OVB

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *