La tasa de casos reportados subió un 13,33% entre 2021 y 2023 según cifras oficiales. Cuáles son las situaciones que favorecen la transmisión de la bacteria que provoca la enfermedad
La infección por la bacteria Escherichia coli puede causar diarrea en muchas personas, que se resuelve en pocos días. Sin embargo, algunas cepas son productoras de la toxina Shiga que puede complicar el cuadro y hace que se desarrolle insuficiencia renal aguda. De esa manera, da lugar al síndrome urémico hemolítico (SUH). Afecta en su mayoría a niños entre 1 y 5 años, aunque los adultos también pueden padecer el problema.
Los casos de personas con el síndrome urémico hemolítico en la Argentina han estado en descenso desde 2014 hasta 2021. Sin embargo, hubo una subida de casos durante los tres últimos años, aunque no muy pronunciada.
En el mismo período de las primeras 23 semanas de 2021 y 2023 “se verifica un ligero aumento” que pasa de una tasa de 0.30 por cada 100.000 habitantes a una de 0.34 por cada 100 mil habitantes, según informó el último Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación. Esto significa un 13,33% de incremento de casos.
En la Argentina, se verificó un ligero aumento” de casos de síndrome urémico hemolítico entre 2021 a 2023, según el Ministerio de Salud de la Nación
Durante las 23 primeras semanas de 2021 se habían registrado 138 casos de SUH. Al año siguiente fueron 149 casos, y en 2023 se notificaron 159. Los epidemiólogos de la cartera de Salud aclararon que en las primeras semanas de este año la cantidad de infecciones se ubicó próxima a la zona de alerta. Luego, se ubicó dentro del nivel esperado de casos.
Consultada por Infobae, Mariana Pellegrino, de la sección Nefrología infantil del Hospital Nacional Posadas, comentó con respecto a la situación actual del SUH: “En décadas pasadas, había más de 500 casos reportados por año. Han descendido, pero siempre el síndrome es un problema de salud que preocupa porque se trata de una enfermedad endémica en la Argentina. La bacteria está altamente dispersada y los niños pueden estar expuestos. Por eso, la cocción adecuada de la carne, y la higiene del agua y los alimentos merecen mucha atención por parte de las familias y los cuidadores”. “El síndrome urémico hemolítico es una de las principales causas que hace que los chicos requieran diálisis aguda”, resaltó la doctora Pellegrini.
Como decía la especialista, la bacteria Escherichia coli se encuentra altamente diseminada en el país. Es capaz de sobrevivir y persistir a través del tiempo en diferentes alimentos y diseminarse a reservorios diversos. Por lo cual, aumenta la probabilidad de transmisión a la población humana. El principal reservorio de la bacteria es el ganado vacuno.
La presidenta electa de la Asociación Argentina de Microbiología y directora de Laboratorio de Stamboulian Servicios de Salud, Adriana Sucari, dijo a Infobae: “Este año 2023 se observó un aumento ligero de todas las enfermedades infecciosas, seguramente por efecto post-pandemia y la liberación en el uso de barbijo. Aumentaron los virus respiratorios y las infecciones bacterianas, como las faringitis por S. pyogenes. Creo que en este momento no podemos alarmar por el aumento de síndrome urémico hemolítico. Habría que esperar a ver cómo se comporta cuando comience la época primavera-verano”.
La transmisión de la bacteria ocurre a través de la vía fecal-oral, frecuentemente a través de la ingestión de agua o alimentos contaminados o contacto directo con personas o animales infectados u objetos contaminados, según explicó el Ministerio de Salud. En la Argentina, los casos de SUH se dan más durante el verano.
El síndrome urémico hemolítico es una de las principales causas que hace que los chicos necesiten diálisis porque les genera problemas en los riñones
El síndrome, que se puede desencadenar a partir de la infección por la bacteria, afecta especialmente los riñones del ser humano y puede ser mortal. Sus síntomas empiezan con diarrea con presencia de sangre, dolores abdominales y vómitos. La persona también puede presentar palidez, alteración de la conciencia, disminución en la eliminación de orina, convulsiones y otros síntomas.
Por el momento, no hay un tratamiento específico autorizado para la enfermedad. Cuando se lo diagnostica a un paciente, solo se tratan los síntomas y el compromiso de los órganos afectados. Si llega a producirse una insuficiencia renal aguda, se indica diálisis.
Se debe tener en cuenta que el tiempo transcurrido desde que la bacteria ingresa al organismo humano hasta que se producen los primeros síntomas puede variar entre 2 y 10 días, pero en general es de tres o cuatro días.
Pueden pasar más de 3 días desde el momento en que la bacteria Escherichia coli infecta al organismo y se desarrollen los síntomas de síndrome urémico hemolítico (Alissa Eckert and Jennifer Oosthuizen/CDC)
Si un niño o niña contrae la enfermedad, los profesionales de la salud le hacen preguntas a sus padres o cuidadores sobre los alimentos que comieron y sobre las actividades que realizaron durante esos días, con el fin de conocer cuál fue la causa y prevenir nuevos casos.
Si existen restos de alimentos consumidos en ese período que se sospeche fueron la fuente de la infección, deben ser guardados y remitidos a las autoridades sanitarias para su estudio.
El síndrome se puede transmitir por el contacto con otra persona enferma o con un portador de la bacteria que no lo está. Una persona con diarrea o con SUH puede continuar eliminando la bacteria a través de su materia fecal hasta tres semanas o más en los niños y una semana en los adultos, luego del inicio de los síntomas. Esa eliminación en la materia fecal puede suceder en personas que tengan la infección, pero que no hayan sufrido diarrea ni otros síntomas.
Entre los alimentos que pueden estar contaminados por la bacteria que causa el SUH, se encuentran la carne, las frutas, las verduras, la leche, entre otros.
La bacteria que causa el síndrome urémico hemolítico se transmite a través de los alimentos (incluyendo las verduras), el agua y de persona a persona por el contacto con las manos
Por ejemplo, la bacteria puede encontrarse en la superficie de la carne cruda y sus jugos, y de la carne picada y alimentos preparados con ella como hamburguesas, albóndigas, arrollados de carne, salame, y chorizos. También puede estar en lechuga, repollo, espinacas, coles, brotes de soja y alfalfa y otros vegetales que se consumen crudos, la leche sin pasteurizar y los productos lácteos elaborados a partir de ella, en especial los quesos blandos poco estacionados.
La bacteria puede encontrarse en la superficie de cualquier alimento debido a su contaminación a través de las manos de quien lo prepara o consume, de utensilios o de alimentos crudos contaminados. El agua utilizada para beber y cocinar puede estar contaminada con la bacteria, cuando no proviene de una red y no recibe un tratamiento adecuado o las conexiones no son seguras.
Para prevenir el problema de salud, hay que lavarse siempre las manos con agua y jabón antes de comer o manipular alimentos y después de tocar alimentos crudos, ir al baño o cambiar pañales
Desde la Sociedad Argentina de Pediatría, el comité de nefrología detalló las recomendaciones para prevenir el síndrome urémico hemolítico:
– Lavarse siempre las manos con agua y jabón antes de comer o manipular alimentos y después de tocar alimentos crudos, ir al baño o cambiar pañales.
– Cocinar bien las carnes hasta que no queden rosadas ni jugosas por dentro, ya que la bacteria que causa la enfermedad muere por acción del calor de la cocción a más de 72 °C. Se recomienda tener especial cuidado con la carne picada.
– Consumir y ofrecer únicamente lácteos pasteurizados.
– Para beber, cocinar o lavar los alimentos, usar solo agua potable. Si existen dudas, agregar 2 gotas de lavandina por litro media hora antes de usarla.
– Usar diferentes superficies para picar y distintos utensilios de cocina, para los alimentos crudos y cocidos, a fin de impedir la contaminación cruzada. Evitar las mesadas y tablas de madera.
– Mantener la cadena de frío de los alimentos.
– Bañarse en aguas recreacionales seguras.