Echamos un vistazo a la clasificación de los alimentos en diferentes gamas, su origen y naturaleza y en el cómo se materializa esta clasificación en el día a día de los consumidores. Te ayudamos a entender qué son las gamas de alimentos.
¿Has oído hablar antes de las gamas de alimentos? Te lo contamos todo acerca de esta clasificación no oficial de alimentos que sirve para distintos propósitos especialmente dentro del sector de la industria alimentaria. Te contamos qué son las gamas de alimentos en detalle, cuántos tipos de gamas diferentes hay (sobre las que podrás consultar mucha más información en detalle), cuál es el origen de semejante clasificación y su propósito y quizás lo más importante: qué debemos tener en cuenta como consumidores.
¿Qué son las gamas de alimentos?
Las gamas de alimentos son una categorización no oficial de alimentos que tiene en cuenta el tratamiento al que han sido sometidos los distintos productos a la hora de garantizar su seguridad alimentaria. Cada gama reúne condiciones diferentes relativas tanto a la forma en la que se ponen a la venta como a las que refieren a su conservación o a la fecha de consumo preferente y de caducidad. Esta organización en gamas de alimentos poco o nada tiene que ver con las características nutricionales de cada producto y responde, principalmente, a cuestiones comerciales. Con ellas en mente los productores, las cadenas de distribución y los distintos establecimientos de hostelería son conscientes de la infraestructura necesaria para manejar cada gama y pueden así planificar mejor su oferta.
En diferentes publicaciones se ha realizado una sucinta pero precisa descripción de las distintas gamas de los alimentos. En ellas se explica su naturaleza, se ponen ejemplos de la vida real de alimentos o productos que pertenecen a cada categoría y se ofrecen unas breves reflexiones al respecto de los usos, los pros y los posibles inconvenientes o requisitos para cada gama en base a sus circunstancias propias.
- Qué son los alimentos de primera gama, aquellos que no se someten a ningún tipo de tratamiento ni requieren envases de condiciones controladas, como podrian ser las frutas y verduras frescas.
- Qué son los alimentos de segunda gama, envasados de forma hermética tras un tratamiento térmico como en el caso de las conservas y semiconservas
- Qué son los alimentos de tercera gama, los que normalmente identificamos con los alimentos congelados o ultracongelados.
- Qué son los alimentos de cuarta gama también conocidos como envasados al vacío o bajo atmósfera controlada y que normalmente tiene una vida corta y requieren de refrigeración.
- Qué son los alimentos de quinta gama, también sometidos a tratamiento térmico pero con una vida útil corta, una combinación de la segunda y cuarta gama.
- Qué son los alimentos de sexta gama, alimentos deshidratados o liofilizados vegetales a los que se cambia por completo su textura original.
No obstante, es probable que a los consumidores se planteen ciertas dudas al respecto de este sistema: ¿Son mejores los alimentos o productos de una determinada gama? ¿Cuál es el origen de esta clasificación? ¿Está universalmente aceptada? ¿Qué es lo que, en la práctica, tenemos que saber como consumidores?
¿De dónde viene la clasificación de los alimentos en gamas?
Textualmente, parece que fue Francia el país que, en su día, hizo una primera propuesta de clasificación. Así y más allá de la existencia de los alimentos frescos, las conservas y los alimentos congelados (lo que respectivamente serían hoy en día primera, segunda y tercera gama) es posible que la aparición en los años 90 de otras formas novedosas de comercialización y conservación de los alimentos, por ejemplo, con la atmósfera controlada o modificada para los vegetales frescos (lo que hoy conocemos como cuarta gama) sirviera como detonante para que, en el marco de la industria alimentaria, se decidiera ordenar tanta diversidad de métodos de conservación y comercialización.
¿Está universalmente aceptada la clasificación de las gamas de los alimentos?
En palabras de la experta Beatriz Robles, tecnóloga de los alimentos y dietista-nutricionista, conviene tener claro que esta clasificación no está descrita de forma oficial por ningún organismo, de forma que es relativamente flexible. Tanto es así, que apenas es conocida y usada en países angloparlantes. Además, esta clasificación tampoco se halla recogida en el conocido Codex Alimentarius, un conjunto de normas y directrices guiados por una Comisión y que constituye el elemento central del Programa Conjunto FAO/OMS sobre Normas Alimentarias. El Codex Alimentarius se estableció por la FAO y la Organización Mundial de la Salud (OMS) con la finalidad de proteger la salud de los consumidores y promover prácticas leales en el comercio alimentario.
¿Qué es lo que tenemos que saber los consumidores?
Las gamas de los alimentos no señalan de ninguna manera una gradación en la excelencia nutricional. Cada gama puede reunir productos de muy diversa naturaleza y confección. Por tanto, la gama de un determinado alimento no indica nada al respecto de sus propiedades al respecto de la salud.
La clasificación en gamas de los alimentos parece tener la finalidad de facilitar ciertos intercambios comerciales en los que, al describir una gama concreta, los interlocutores sepan qué condiciones van a necesitar aquellas mercancías objeto de la transacción comercial. Tal y como lo expresa Miguel Ángel Lurueña, Doctor en Ciencia y Tecnología de los alimentos, se trata de una clasificación que ordena los distintos productos en base al tratamiento que han recibido previo a su comercialización y las normas de conservación que han de observarse tanto en el punto de venta como por parte de los consumidores una vez que los hayan adquirido. Así, lo que verdaderamente resulta interesante de cara a los consumidores es que, más allá de saber o no la gama a la que pertenece un determinado alimento, sea consciente de las condiciones de conservación que requerirá dicho producto. Y, esto es importante, ya sea antes de abrir el envase como una vez abierto y, entonces, se empiece a hablar de la conocida como segunda caducidad.
Fuente: https://www.bonviveur.es