Si tienes náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, cefalea, palpitaciones y eritema cutáneo tras consumir pescado, puedes estar intoxicado

Náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, cefalea, palpitaciones, taquicardia y eritema cutáneo… si tienes estos síntomas puedes padecer la intoxicación por pescado más frecuente del mundo,  escombroidosis. Se debe a la producción de histamina, producida durante fenómenos de descomposición.

La escombroidosis es más frecuente en aquellos lugares en los que la conservación y el transporte de pescado se realiza de forma más rudimentaria y sin los controles adecuados.

La escombroidosis se produce por el consumo de pescados como el atún, la caballa y el bonito (familia Scombridae y Sombersosocidae). También puede afectar al pez espada, la sardina, el arenque y el salmón.

Uno de los principales problemas del consumo de estos pescados con escombroidosis, normalmente por una mala conservación o porque se rompa la cadena de frío, es que la histamina es resistente al calor. Es decir, que aunque cocinemos el alimento, seguirá intoxicando al consumidor porque soporta los procesos térmicos propios del cocinado.

El atún enlatado, un clásico de todas las despensas al igual que la caballa y las sardinas y sardinillas, es rico, saludable y muy socorrido. Sin embargo, es importante consumir todo el contenido de conserva en el día o bien trasladar el producto a otro envase. Los de vidrio son muy recomendados.

Niveles de histamina y escombroidosis

Según la Food and Drug Administation (FDA) niveles de histamina superiores a 50mg/100g son peligrosos para la salud. El pescado fresco contiene, aproximadamente, 1mg/100g de histamina, mientras que los peces afectados contienen 20mg/100g de histamina, en algunos casos se han llegado a detectar casi 400mg/100g2, según exponen en el estudio ‘Scombroid: Frequent cause of food poisoning‘.

La escombroidosis de aparece cuando se mantienen los pescados, (comúnmente los de la familia Scombridae y Sombersosocidae) en condiciones de refrigeración inadecuadas.

La enfermedad se produce por la descomposición bacteriana, por lo que se aconseja conservar el atún, caballa y bonito sobrante refrigerado a menos 4 grados para evitar la aparición de bacterias.

En caso de haber consumido atún fresco y de notar vómitos, diarrea, dolor abdominal, cefalea, palpitaciones, taquicardia y eritema cutáneo en un periodo de tiempo de tres horas, se aconseja visitar a un médico.

Por OVB

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