Estudios revelan que la esponja puede albergar microbios como Salmonella y Escherichia coli.
Aunque comúnmente se asocian con la limpieza, los expertos consideran a la esponja para lavar la loza uno de los elementos más sucios del hogar.
Según consigna el medio The Economist, la esponja podría llegar a albergar hasta 54 mil millones de bacterias por centímetro cúbico y no solo eso, sino que además contamina todo lo que toca.
Bacterias presentes en las esponjas
La estructura junto con la humedad de la esponja, la convierten en un hábitat ideal para los microbios.
Según The Economist, las bacterias que se pueden encontrar en este elemento de la cocina pueden incluir patógenos transmitidos por los alimentos. Por ejemplo, si la esponja entra en contacto con un pollo crudo, puede portar Salmonela.
Algunas de las bacterias que se pueden encontrar en las esponjas, son:
- Campylobacter: Provoca diarrea, fiebre y dolor abdominal. Normalmente se puede encontrar en alimentos poco cocidos.
- Enterobacter cloacae: Bacteria que forma parte de la flora intestinal, pero que puede provocar infecciones como neumonía.
- Escherichia coli: Bacteria reconocida por provocar calambres estomacales graves, diarrea y, en casos graves, daño renal.
- Klebsiella: Bacteria resistente a muchos antibióticos que puede causar neumonía e infecciones del tracto urinario.
- Salmonella: A menudo asociada a alimentos y agua contaminados, la Salmonella prospera en las esponjas y puede causar diarrea, fiebre y calambres.
- Estafilococos: Causa frecuente de infecciones cutáneas, también puede provocar afecciones más graves como impétigo y celulitis.
CÓMO EVITAR LAS BACTERIAS
Para reducir los riesgos sanitarios asociados a las esponjas, The Economist entregó las siguientes recomendaciones:
- Evitar la contaminación cruzada: Utilizar diferentes esponjas para tareas específicas, como limpiar recipientes de carne cruda y así evitar la propagación de bacterias.
- Mantener las esponjas secas: Las bacterias proliferan en ambientes húmedos, por lo que es recomendable que las esponjas se sequen al aire entre cada uso.
- Meterlas en el microondas con regularidad: Humedecer la esponja y meterla en el microondas durante dos minutos ayuda a eliminar la mayoría de los gérmenes.
- Utilizar guantes de cocina: Protegerse las manos del contacto directo con las esponjas contaminadas utilizando guantes.
- Cambiar las esponjas con frecuencia: No se debe esperar demasiado para botar las esponjas viejas. Se recomienda también usar esponjas ecológicas a base de celulosa en lugar de las de plástico.