Bienvenid@s al curso oficial para manipuladores de alimentos.

En esta pagina encontrarás el curso completo con los contenidos necesarios para que puedas capacitarte en la manipulación segura de alimentos en forma asincrónica. Te recomendamos que mientras dediques tiempo a tomar este curso, pongas toda la atención necesaria para poder hacerte de los conocimientos que compartiremos y que serán necesarios para que puedas aprobar la evaluación final

 

Bienvenido y buena suerte!

Comencemos…

Los primero que debes saber es:

Cual es el contenido de este curso?

CONTENIDOS

 

  1. GENERALIDADES
    Objetivo: Que los manipuladores adquieran conceptos generales de manipulación de alimentos y comprendan la importancia de su rol dentro de la cadena agroalimentaria.
    Concepto de alimento, cadena agroalimentaria y seguridad alimentaria.Rol del manipulador de alimentos. Normativa y actores relacionados al control de alimentos: Código Alimentario Argentino, rol de las autoridades sanitarias en control de alimentos.
  1. ALIMENTOS SEGUROS
    Objetivo: Que los manipuladores conozcan el concepto de alimento seguro y puedan identificar peligros y evaluar riesgos relacionados con la preparación y la conservación de alimentos. Concepto de alimento seguro (inocuidad y calidad nutricional).Concepto de peligro y riesgo. Clasificación de peligros: físicos, químicos, biológicos. Microorganismos y su clasificación. Factores que influyen en el desarrollo microbiano: temperatura, pH, disponibilidad de agua, oxígeno y nutrientes, tiempo. Alimentos de alto y bajo riesgo.
  1. CINCO CLAVES DE LA INOCUIDAD ALIMENTARIA
    Objetivo: Que los manipuladores conozcan las recomendaciones y cuidados necesarias en la manipulación de alimentos para la prevención de ETA.

Clave 1: Mantener la higiene. Higiene personal, lavado de manos, vestimenta adecuada, estado de salud del manipulador, hábitos en el trabajo. Manejo de residuos. Limpieza y desinfección. Control de plagas.

Clave 2: Separar alimentos crudos de cocidos. Contaminación: cruzada, directa e indirecta.

Clave 3: Mantener los alimentos a temperaturas seguras. Procedimientos adecuados de almacenamiento, descongelado, conservación, transporte de materias primas y productos terminados.

Clave 4: Cocinar completamente los alimentos. Temperatura y tiempo de cocción.

Clave 5: Utilizar agua y alimentos seguros. Agua segura. Limpieza de tanques. Selección de materias primas. Rotulación de alimentos.

  1. ENFERMEDADES TRANSMITIDAS POR ALIMENTOS (ETA)
    Objetivo: Que los manipuladores conozcan las ETA más frecuentes, sus factores determinantes y medidas preventivas.
    Enfermedades Transmitidas por Alimentos: fuentes de contaminación, agentes etiológicos, alimentos asociados, grupos de riesgo. Enfermedades Transmitidas por Alimentos más frecuentes: Salmonelosis, Shigelosis, intoxicación por Bacillus cereus, intoxicación estafilocócica, botulismo, intoxicación por Clostridium perfringens, gastroenteritis por Escherichia coli patógenas, SUH, triquinelosis, listeriosis, cólera, hepatitis A.

5.ALIMENTOS LIBRES DE GLUTEN
Objetivo: Que los manipuladores conozcan las principales recomendaciones para evitar la contaminación cruzada con gluten. Concepto de Alimento Libre de Gluten seguro. Recomendaciones para evitar la contaminación cruzada con gluten.

CONTENIDOS COMPLEMENTARIOS
Como la resolución indica que las autoridades sanitarias podrán en forma optativa incorporar los contenidos detallados a continuación u otros que consideren convenientes, hemos decidido incluir módulos que abordan los siguientes temas:

  1. NUTRICIÓN
    Objetivo: Que los manipuladores adquieran conocimientos sobre alimentación saludable y nutrición.
    Definición de alimentación y nutrición. Nutrientes. Definición, clasificación según valor nutricional. Guías alimentarias para la población argentina. Mensajes clave y gráfica alimentaria.
  2. SISTEMAS DE GESTIÓN DE INOCUIDAD DE ALIMENTOS
    Objetivo: Que los manipuladores conozcan los principales conceptos para la implementación de un Sistemas de Gestión de Inocuidad de los Alimentos. Buenas Prácticas de Manufactura. Beneficios de su aplicación a lo largo de la cadena agroalimentaria. Buenas Prácticas Agrícolas (BPA). Buenas Prácticas Pecuarias (BPP). Buenas Prácticas de Manufactura (BPM). Manejo Integrado de Plagas (MIP), Procedimientos Operativos Estandarizados de Saneamiento (POES). Procedimientos, instructivos, registros. Incumbencias y responsabilidades. Obligatoriedad de su aplicación.

y por último:

Introducción al Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP).

Concepto y tipos de Auditorías. Importancia de los autocontroles y registros. 

 

DESCARGÁ EL MANUAL DEL CURSO

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OPTATIVO

Descargá la presentación de la clase presencial

https://drive.google.com/file/d/12x1f-7OAXsIqI7kX_3oSfuqDn82GHoJd/view?usp=sharing

 

Comencemos a desarrollar el contenido:

Capítulo 1

Lección 1 – Seguridad y soberanía alimentaria

(Duración estimada 10´)

(Distribuido en 2 videos en una playlist)

1 – Seguridad alimentaria y soberanía alimentaria

2 – Rol del manipulador

La Seguridad Alimentaria y la Soberanía Alimentaria, son categorías absolutamente diferentes tanto en su origen como por sus objetivos; la Soberanía Alimentaria es el derecho de los pueblos, comunidades y países a definir sus propias políticas alimentarias que sean ecológica, social, económica y culturalmente apropiadas a sus circunstancias, reclamando la alimentación como un derecho. Por su parte, para la FAO, existe Seguridad Alimentaria cuando las personas tienen en todo momento el acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimentarias, concepto ligado al libre mercado; de esta manera, si las familias no cuentan con acceso económico a los alimentos, simplemente, no comen.

Lección 2

El rol del manipulador de alimentos

(Duración estimada 5´)

El consumo de alimentos en buen estado es primordial de lo contrario las enfermedades transmitidas por los alimentos podrían afectar a la salud de toda una población sin excepción.

Manipular alimentos es un acto que todos realizamos a diario bien sea como profesionales de la gastronomía, elaborando comida en el hogar como distribuidores, etc, las más diversas ocupaciones que incluyen el manejo de alimentos. En numerosas ocasiones se piensa que quienes preparan los alimentos son exclusivamente los operarios de las plantas elaboradoras o los cocineros, pero en realidad, hay muchas otras personas que contribuyen diariamente a que los alimentos que consumimos tengan una calidad higiénica.

Si manipulamos alimentos aplicando buenas prácticas, es decir llevando adelante unas normas higiénicas adecuadas. Evitaremos que nuestras familias o nuestros clientes puedan enfermarse por consumir un alimento contaminado.

Todo el que maneje alimentos en cualquiera de sus modalidades tiene ante sí la responsabilidad de respetar y proteger la salud de los consumidores, por medio de unas buenas prácticas de manipulación, que resultan las medidas más eficaces de prevención de enfermedades transmitidas por alimentos (ETA), ya que la mayoría de los casos el manipulador interviene como vehículo de transmisión en la transmisión de la contaminación. Además de las dolencias que causan en las personas, las ETA, también desprestigian negocios y a quienes trabajan en los mismos, traduciéndose en una perdida de confianza de parte del consumidor o cliente, que es muy difícil de recuperar.

Lamentablemente el correcto procedimiento de actuación en la manipulación de alimentos, suele quedar como un mero conocimiento teórico obligatorio ante las autoridades sanitarias, permaneciendo ajeno a la aplicación práctica, a veces por desinterés otras por desconocimiento. Resulta tremendamente importante en ese sentido conseguir que esa teoría se lleve a la práctica en su totalidad.

Los alimentos atraviesan todas nuestras sociedades y son manipuladores desde la producción primaria hasta su restauración por cientos de manipuladores intervinientes.

Los manipuladores responsables de servicios de comidas colectivas como en el caso de hospitales, deben estar especialmente entrenados en lo relacionado a la nutrición y conocer a fondo la política nutricional del establecimiento en el que desarrollan su actividad.

Está formación en manipulación de alimentos vuelve al manipulador un multiplicador de las buenas prácticas y debe cumplir y hacer cumplir las mismas.

Lección 3

Marco legal vigente

(Duración estimada 10´)

OPTATIVO:

1 – Si te interesó este tema y deseas ampliar, aquí tenes el link al Código Alimentario Argentino completo

2 – PODCAST: (Primeros 15 minutos) antecedentes históricos de la legislación alimentaria


Capítulo 2

Lección 1

Características organolépticas de los alimentos

(Duración estimada video y lectura 30´)

(Distribuido en 2 videos en una playlist)

1 – Organolepsia

2 – Definiciones, intro BP

A menudo nos preocupamos de analizar los alimentos que consumimos en cuanto a sus características organolépticas sin saber que lo estamos haciendo. Y es que cada vez que probamos un plato o un alimento y decidimos qué nos gusta o qué no nos gusta estamos haciendo un repaso de sus propiedades organolépticas, que no son más ni menos que olor, color, sabor, textura, tamaño, regusto… En fin, una objetivación de sus propiedades sensoriales que, en mayor o menos medida, subjetivamos según nuestros propios gustos.

Los alimentos destacan por sus propiedades organolépticas, que suponen particularidades que se miden a través de análisis sobre las sensaciones que producen al paladar de quien los consume. Este análisis sensorial se basa en cuatro parámetros básicos: color, sabor, textura y aroma.

Lo que siempre ha sido una cuestión rutinaria y a veces poco atendida, con los años, va adquiriendo una mayor importancia y tiene como principal objetivo favorecer las sensaciones que provoca un alimento ante el consumo humano.

Como veníamos diciendo, las propiedades organolépticas podrían resumirse en 4: color, sabor, textura y aroma. La función de estos cuatro parámetros básicos es aportar las condiciones óptimas y peculiares de cada alimento para aportar sus mejores cualidades.

Sabor. Las papilas gustativas de la lengua son capaces de identificar cinco tipos de sabores: dulce, salado, amargo, ácido y umami. Cada una de las partes de la lengua es capaz de reconocer mejor uno u otro sabor, aunque todas las papilas pueden percibir todos los sabores. También se puede hablar de sabores inmediatos, como la acidez del ácido cítrico, y de sabores lentos, como la acidez del ácido málico (presente en algunas frutas y verduras con sabor ácido, sobre todo cuando no están maduras, como uvas, manzanas o cerezas).

Color. Este parámetro es un indicador de las reacciones químicas que se producen en los alimentos tras someterlos a algún proceso térmico, como cuando la carne se oscurece al cocinarla. Muchas de las variaciones de color son normales y no afectan a la inocuidad. La carne puede pasar de un rojo brillante a un tono más oscuro en función de las condiciones externas, sobre todo si entra en contacto con aire y luz. En este caso, se da un cambio en la mioglobina, un pigmento que le aporta el color característico oscuro. Cuando esto pasa, no significa que esté deteriorada, sino que se ha producido una oxidación. Pero en ocasiones, el color puede ser una señal de deterioro.

Textura. Es una de las particularidades más diferenciadoras entre alimentos clave en las preferencias de los consumidores. Esta propiedad la evalúan los estudios reológicos, que se centran en el análisis de aspectos como la viscosidad, el grosor, la dureza o la rigidez. Algunos alimentos cambian de aspecto y textura durante el almacenamiento, de ahí que las medidas reológicas se usen para predecir la estabilidad de vida útil. En alimentos como el helado, se busca evitar que se formen cristales que, pese a no suponer un riesgo para los consumidores, sí pueden ser motivo de rechazo.

Aroma. Esta propiedad, considerada una de las más difíciles de definir y caracterizar, viene dada por distintas sustancias volátiles presentes en los alimentos, bien de manera natural o procedente de su procesado (a través de aditivos alimentarios, como los aromas artificiales). Se considera que los productos vegetales son más ricos en estos compuestos volátiles, que aparecen también como productos secundarios de reacciones enzimáticas como la reacción de Maillard o la caramelización de los azúcares.”

Pero las propiedades organolépticas son todas aquellas descripciones de las características físicas que tiene la materia en general, según puedan ser apreciadas por los sentidos, por lo que también entrarían en este apartado características como la temperatura, el tamaño, la evocación de un momento, el sonido en boca…

Es por ello que a veces en las más sofisticadas y modernas mesas de restaurantes encontramos un juego llamado trampantojo. Los trampantojos son elaboraciones culinarias que juegan visualmente con el comensal. Es decir, parecen una cosa pero en realidad son otra. El objetivo del chef al elaborar un trampantojo es sorprender al comensal poniendo la máxima creatividad y talento en el plato. Así, podemos pensar en platos de aparente sabor dulce por la evocación a tartas o pasteles, que, en realidad son elaboraciones saladas y consiguen engañar a la mente y que nos predispongamos a recibir un sabor en nuestras papilas gustativas y encontremos uno completamente diferente.

El sabor es una compleja amalgama de información sensitiva proporcionada por el gusto, el olfato y la sensación táctil que se tiene de la comida cuando se mastica, característica esta que los estudiosos suelen denominar «sensación bucal». La palabra gusto se aplica, en sentido estricto, sólo a las sensaciones que provienen de las células especializadas de la boca, a pesar de que el vulgo emplea indistintamente gusto y sabor. Dejémonos embaucar por las percepciones y sentémonos a disfrutar de nuestras percepciones organolépticas, la diversidad estará también servida.

Un alimento contaminado puede tener olor, color, sabor y textura normales

Lección 2

Definiciones e introducción a las BPM (Buenas Prácticas de Manufactura)

(Tiempo de lectura estimada de lectura 5´)

Las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) son una serie de prácticas y procedimientos que se encuentran incluidos en el Código Alimentario Argentino (C.A.A.) desde el año 1997 -por lo que son obligatorias para los establecimientos que comercializan sus productos alimenticios en el país- y que son una herramienta clave para lograr la inocuidad de los alimentos.

Es bien sabido que la inocuidad de los alimentos es una responsabilidad ampliamente compartida entre todos los que componemos la cadena agroalimentaria (L1, L2). Aunque está bien establecido, y que la normativa nacional e internacional lo reconocen taxativamente, que los elaboradores son los principales responsables por la inocuidad de los alimentos que producen, también debemos considerar que la Autoridad Sanitaria cumple un rol fundamental, con obligaciones bien claras en este sentido. Y esta responsabilidad se extiende además hasta el consumidor.

Dentro de las responsabilidades que le caben a la Autoridad Sanitaria, del nivel jurisdiccional que sea (Nación, Provincia o Municipio) se encuentran el proporcionar un marco legislativo claro y consistente que acompañe la implementación de las BPM en todos los establecimientos que elaboran, expenden y comercializan alimentos. La implantación y la ejecución de sus tareas con metodologías acordes a lo que se quiere investigar/ prevenir y la planificación de las tareas de control buscando que las mismas se enfoquen prioritariamente en la prevención de peligros y riesgos con un enfoque integral de la cadena agroalimentaria.

Siempre que sea posible, la inclusión participativa de la comunidad en las tareas de prevención y promoción resulta un aliado para la consecución de los objetivos buscados.

Los manipuladores de alimentos, como agentes sanitarios, nuestro principal objetivo es proteger la salud del consumidor y, por lo tanto, nuestro desafío es mejorar especialmente aquellas prácticas diarias claves para la mejora y fortalecimiento del sistema.

Presentamos a continuación, algunas consideraciones generales que nos permitirán comprender el rol y la importancia que las BPM adquieren bajo esta nueva mirada de las tareas de control de los alimentos y la prevención de Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETA).

Aproximaciones al concepto

Las BPA (Buenas Prácticas Agropecuarias) y BPM (Buenas Prácticas de Manufactura) son actualmente las herramientas básicas con las que contamos para la obtención de productos inocuos para el consumo humano, e incluyen tanto la higiene y manipulación como el correcto diseño y funcionamiento de los establecimientos, y abarcan también los aspectos referidos a la documentación y registro de las mismas. Las BPM se articulan con las BPA y ambas son prerrequisitos del sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP de las siglas en inglés Hazard Analysis Critical Control Point).

Como punto de partida es importante comprender que las BPA y las BPM son un conjunto de principios, normas y recomendaciones técnicas, que nos permiten controlar los peligros minimizando los riesgos de ocurrencia y garantizando que se adopten las medidas de control y prevención aplicables a la producción, procesamiento y transporte de alimentos.

Por su parte, las BPA son procedimientos que se aplican en la producción primaria y comprenden la utilización y selección de áreas de producción, el control de contaminantes, plagas y enfermedades de animales y plantas y la adopción de prácticas y medidas para asegurar que el alimento sea producido en condiciones higiénicas apropiadas.

Las BPM son procedimientos que se aplican en el procesamiento de alimentos y su utilidad radica en que nos permite diseñar adecuadamente la planta y las instalaciones, realizar en forma eficaz los procesos y operaciones de elaboración, almacenamiento, transporte y distribución de alimentos.

Los beneficios de la implementación, mantenimiento y mejora de las prácticas y proceso de las BPA y BPM permiten lograr productos alimenticios inocuos y con la calidad deseada de manera regular y de esta manera, ganar y mantener la confianza de los consumidores.

Las BPM, según Codex Alimentarius se pueden desglosar en los siguientes principios: generales:

  1. Producción Primaria
  2. Proyecto y construcción de las instalaciones
  3. Control de las operaciones
  4. Instalaciones: mantenimiento y saneamiento
  5. Instalaciones: Higiene Personal
  6. Transporte
  7. Información sobre los Productos y Sensibilización de los Consumidores
  8. Capacitación

Sin documentación (procedimientos, instructivos, registros) no hay Buenas Prácticas.

De acuerdo al Codex Alimentarius, los principios esenciales de higiene de los alimentos identificados son aplicables a lo largo de toda la cadena alimentaria (desde la producción primaria hasta el consumidor final). A fin de lograr el objetivo de que los alimentos sean inocuos y aptos para el consumo humano se recomienda la aplicación de criterios basados en el sistema de HACCP para elevar el nivel de inocuidad alimentaria; se debe indicar cómo fomentar la aplicación de esos principios y se debe facilitar orientación para procesos específicos que puedan necesitarse para los sectores de la cadena alimentaria, los procesos o los productos básicos, con objeto de ampliar los requisitos de higiene específicos para esos sectores.

Los principios generales establecen una base sólida para asegurar la higiene de los alimentos, y deberían aplicarse junto con las prácticas específicas de higiene para cada tipo de producto cuando sea apropiado.

Los programas de implementación de BPM variarán de acuerdo al tipo de proceso. Es decir, se deberán tener en cuenta las Buenas Prácticas específicas en cualquier proceso que pretenda acompañar a aquellos establecimientos elaboradores de alimentos autorizados.

 

Sistemas de Aseguramiento de la calidad

(Duración total del video 25″)

(Distribuido en 3 videos de una playlist)

1 – Introducción a las Buenas Prácticas (BP)

2 – Manejo integrado de plagas (MIP) (AMPLIA TUS CONOCIMIENTOS CON ESTE VIDEO DE LA RENAPRA)

3 – Procedimientos operativos estandarizados (POES)

4 – HACCP Puntos críticos de control (PCC) parte 1

5 – HACCP Puntos críticos de control (PCC) parte 2

6 – Auditorias

 

Capítulo 3

Lección 1

10 reglas de oro de la OMS (Organización Mundial de la Salud)

(Duración estimada de video y lectura 10´)

Aquí las 10 reglas de oro de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la preparación higiénica de los alimentos:

  1. Elegir los alimentos tratados con fines higiénicos

Mientras que muchos alimentos están mejor en estado natural (por ejemplo, las frutas y las hortalizas), otros solo son seguros cuando están tratados. Así, conviene siempre adquirir la leche pasteurizada en vez de cruda, y si es posible, comprar pollos (frescos o congelados) que hayan sido tratados por irradiación ionizante.

Al hacer las compras hay que tener en cuenta que los alimentos no solo se tratan para que se conserven mejor, sino también para que resulten más seguros desde el punto de vista sanitario. Algunos de los que se comen crudos, como las lechugas, deben lavarse cuidadosamente.

  1. Cocinar bien los alimentos

Muchos alimentos crudos (en particular, los pollos, la carne, la leche no pasteurizada) están a menudo contaminados por agentes patógenos. Estos pueden eliminarse si se cocina bien el alimento. Ahora bien, no hay que olvidar que la temperatura aplicada debe llegar al menos a 70 º C en toda la masa de este.

Si el pollo asado se encuentra todavía crudo junto al hueso, habrá que meterlo de nuevo en el horno hasta que esté bien hecho. Los alimentos congelados (carne, pescado y pollo) deben descongelarse completamente antes de cocinarlos.

  1. Consumir inmediatamente los alimentos cocinados

Cuando los alimentos cocinados se enfrían a la temperatura ambiente, los microbios empiezan a proliferar. Cuanto más se espera, mayor es el riesgo. Para no correr peligros inútiles, conviene comer los alimentos inmediatamente después de cocinados.

  1. Guardar cuidadosamente los alimentos cocinados

Si se quiere tener en reserva alimentos cocinados, o simplemente, guardar las sobras, hay que prever su almacenamiento en condiciones de calor (cerca o por encima de 60 º C) o de frío (cerca o por debajo de 10 º C). Esta regla es vital si se pretende guardar comida durante más de cuatro o cinco horas. En el caso de los alimentos para lactantes, lo mejor es no guardarlos, ni poco ni mucho.

Un error muy común al que se deben incontables casos de intoxicación alimentaria es colocar en el refrigerador una cantidad excesiva de alimentos calientes. En un refrigerador abarrotado, los alimentos cocinados no se pueden enfriar por dentro tan deprisa como sería de desear. Si la parte central del alimento sigue estando caliente (a más de 10º C) demasiado tiempo, los microbios proliferan y alcanzan rápidamente una concentración susceptible de causar enfermedades.

  1. Recalentar bien los alimentos cocinados

Esta regla es la mejor medida de protección contra los microbios que puedan haber proliferado durante el almacenamiento (un almacenamiento correcto retrasa la proliferación microbiana pero no destruye los gérmenes). También en este caso, un buen recalentamiento implica que todas las partes del alimento alcancen al menos una temperatura de 70 º C.

  1. Evitar el contacto entre los alimentos crudos y los cocinados

Un alimento bien cocinado puede contaminarse si tiene el más mínimo contacto con alimentos crudos. Esta contaminación cruzada puede ser directa, como sucede cuando la carne cruda de pollo entra en contacto con alimentos cocinados. Pero también puede ser más sutil.

Así, por ejemplo, no hay que preparar jamás un pollo crudo y utilizar después la misma tabla de trinchar y el mismo cuchillo para cortar el ave cocida; de lo contrario podrían reaparecer todos los posibles riesgos de proliferación microbiana y de enfermedad consiguiente que había antes de cocinar el pollo.

  1. Lavarse las manos a menudo

Hay que lavarse bien las manos antes de empezar a preparar los alimentos y después de cualquier interrupción (en particular si se hace para cambiar al niño de pañal o para ir al retrete). Si se ha estado preparando ciertos alimentos crudos, tales como pescado, carne o pollo, habrá que lavarse de nuevo antes de manipular otros productos alimenticios.

En caso de infección de las manos, habrá que vendarlas o recubrirlas antes de entrar en contacto con alimentos. No hay que olvidar que ciertos animales de compañía (perros, pájaros y, sobre todo, tortugas) albergan a menudo agentes patógenos peligrosos que pueden pasar a las manos de las personas y de éstas a los alimentos.

  1. Mantener escrupulosamente limpias todas las superficies de la cocina

Como los alimentos se contaminan fácilmente, conviene mantener perfectamente limpias todas las superficies utilizadas para prepararlos. No hay que olvidar que cualquier desperdicio, migaja o mancha puede ser un reservorio de gérmenes.

Los paños que entren en contacto con platos o utensilios se deben cambiar cada día y hervir antes de volver a usarlos. También deben lavarse con frecuencia las bayetas utilizadas para fregar los suelos.

  1. Mantener los alimentos fuera del alcance de insectos, roedores y otros animales

Los animales suelen transportar microorganismos patógenos que originan enfermedades alimentarias. La mejor medida de protección es guardar los alimentos en recipientes bien cerrados.

  1. Utilizar agua pura

El agua pura es tan importante para preparar los alimentos como para beber. Si el suministro hidráulico no inspira confianza, conviene hervir el agua antes de añadirla a los alimentos o de transformarla en hielo para refrescar las bebidas. Importa sobre todo tener cuidado con el agua utilizada para preparar la comida de los lactantes.

La OMS estima que las enfermedades causadas por alimentos contaminados constituyen uno de los problemas sanitarios más difundidos en el mundo de hoy.

Vino a reforzar el concepto de las 10 reglas de oro de la OMS, las famosas “5 claves de la inocuidad”

¿Qué son las 5 Claves de la Inocuidad alimentaria?

Las enfermedades que las personas contraen al comer alimentos contaminados son una causa importante de enfermedades, discapacidades y muertes en todo el mundo, como lo revelaron las primeras estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la carga mundial de enfermedades transmitidas por los alimentos publicadas en diciembre de 2015. Enfermedades transmitidas por los alimentos, especialmente las causadas por bacterias, virus, parásitos y hongos se pueden prevenir, y la educación en manejo seguro de alimentos es una medida clave para la prevención, incluso para contener la resistencia a los antimicrobianos.

La OMS creó el Programa Cinco Claves para Alimentos Más Seguros para ayudar a los Estados Miembros a promover conductas seguras de manipulación de alimentos y educar a todos los manipuladores de alimentos, incluidos los consumidores, con herramientas fáciles de adoptar y adaptar.

Las cinco claves para una alimentación más segura explican los principios básicos que cada individuo debe conocer en todo el mundo para prevenir las enfermedades transmitidas por los alimentos.

Los mensajes de las Cinco claves para la inocuidad de los alimentos son:

(1) mantenga la limpieza;

(2)separa alimentos crudos y cocinados;

(3) cocine completamente;

(4) mantenga los alimentos a temperaturas seguras;

(5) use agua y materias primas seguras.

Material complementario: Claves para la inocuidad

 

Capítulo 4

Lección 1

Nociones generales sobre nutrición

(Duración estimada 12´)

 

 

 Capítulo 5

Lección 1

Métodos de conservación de alimentos

(Duración estimada 10´)

 

 

 

Lección 2

Rótulos y aditivos

(Duración estimada 15´)

 

 Capítulo 6

Lección 1

Tipos de contaminación

(Duración estimada 8´)

 

Lección 2

Generalidades de la microbiología

(Duración estimada 10´)

 

Lección 3

Factores que influyen en el desarrollo de los microorganismos

(Duración estimada 11´)

 

Capítulo 7

Lección 1

Introducción a las ETA

(Enfermedades Transmitidas por los Alimentos)

(Duración estimada 13´)

Lección 2

Las ETA más frecuentes

(Duración estimada 40´)

 

Lección 3

EPTAS

(Enfermedades Parasitarias Transmitidas por los alimentos)

más frecuentes

(Duración estimada 40´)

 

 

Capítulo 8

Celiaquía y alérgenos

(Duración estimada 25´)

 

 

 

 

 

 

RECOMENDADO

PODCAST: LA INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS

Serie presentada en formato Radio para Berisso Digital


Por OVB

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